María Santísima de las Lágrimas es una de las imágenes más veneradas en la ciudad de Guadix, provincia de Granada, España. Su devoción surge en torno a mediados del siglo XX, cuando un grupo de fieles y devotos decidió darle forma a la advocación de la Virgen bajo el título de «Las Lágrimas». La imagen tiene una gran presencia en la Semana Santa de Guadix, siendo parte fundamental de la Hermandad que lleva su nombre.

La devoción a María Santísima de las Lágrimas ha ido creciendo desde sus primeros años, especialmente en torno a la Semana Santa, donde la Hermandad realiza su Estación de Penitencia la tarde del Jueves Santo. La imagen procesiona bajo palio, acompañada por un extenso cortejo de nazarenos y devotos que portan cirios y rezan durante el recorrido.

A lo largo de los años, la Hermandad ha ido ampliando y mejorando el patrimonio de la Virgen, destacando la incorporación de enseres de gran calidad artística, como el manto bordado en oro y la corona, ambas realizadas en talleres especializados de Sevilla.

En cuanto a su conservación, la imagen de María Santísima de las Lágrimas ha sido sometida a diversas restauraciones para mantener su esplendor y preservar el carácter devocional que inspira. Entre los trabajos más recientes, se encuentran mejoras en la conservación de la policromía y la restauración de los enseres procesionales que acompañan a la Virgen durante su salida anual.

En el año 2005, la Hermandad celebró el cincuentenario de su fundación con una serie de actos litúrgicos y culturales, que culminaron con una función solemne en la Catedral de Guadix, donde la imagen fue expuesta para la veneración de los fieles. Este acontecimiento marcó un punto de consolidación de la devoción mariana en torno a la Virgen de las Lágrimas.

En la actualidad, María Santísima de las Lágrimas continúa siendo un referente de fe para los accitanos, siendo una de las imágenes más queridas y veneradas en la ciudad. Cada año, su salida procesional sigue congregando a miles de fieles que, entre oraciones y plegarias, confían en la intercesión de la Virgen Dolorosa.

La imagen de María Santísima de las Lágrimas fue realizada en el año 1952 por el reconocido escultor sevillano Antonio Castillo Lastrucci. Castillo Lastrucci fue uno de los imagineros más importantes del siglo XX en Andalucía, famoso por sus representaciones de la Virgen María en sus diferentes advocaciones y por seguir los estilos del barroco sevillano, lo que aporta a sus obras una especial expresividad y serenidad.

La talla de María Santísima de las Lágrimas se caracteriza por la dulzura de su rostro, que refleja a una Virgen Dolorosa en el momento de mayor sufrimiento. La Virgen está representada con una expresión de profunda tristeza, pero a la vez serena, mostrando tres lágrimas que ruedan por su mejilla izquierda, simbolizando el dolor por la Pasión de su Hijo. Esta disposición de las lágrimas es típica en las Dolorosas de Castillo Lastrucci, quien utilizaba el recurso de las lágrimas para enfatizar el dramatismo y la piedad de la imagen.

La imagen fue donada a la Hermandad de Nuestra Señora de las Lágrimas por el devoto Don Juan Lirola en 1952, y permaneció bajo la custodia de las Madres Clarisas en el convento de Santiago hasta el año 1955, cuando fue trasladada a la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol, su sede canónica actual. Desde entonces, la imagen ha sido objeto de profunda veneración y devoción por parte de los fieles de Guadix.